PERIODISMO INDIGNADO

Ayer en horas de la noche vi el programa de Nelson Castro, periodista de renombre entre todos los sectores políticos y sociales, quien desde “Juego Limpio” arribó dos problemáticas significativas, entre las tantas que nos aquejan, en Argentina.

En primera instancia se refirió al cuestionado Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), y entrevistó a tres empleadas desplazadas por no aceptar las condiciones en que se pretendía calcular en índice de pobreza semestral en el país, reflexionando que “no estaban las condiciones dadas para hacerlo”.

Sabemos que el INDEC ha perdido credibilidad, con justas razones, desde que el Secretario de Comercio livianamente pretende maquillar las estadísticas con la anuencia de Kirchner.

Ante la delicada realidad que planteaban las invitadas, el periodista tomó la posta e hizo una aclaración: “Sé que desde el gobierno nos están mirando, y también sé que por venir aquí seguramente van a recibir presiones, incluso tal vez perder el trabajo ya que aquí están expuestos ante las cámaras. Yo agradezco la valentía de venir a denunciar esta terrible situación”

Finalizada la nota, Castro, claramente disgustado por el contexto social y político que vivimos, aseveró “cuando digo que esto es responsabilidad del gobierno, me refiero a que es responsabilidad de Kirchner” y efectuó una admirable semejanza sobre la calidad institucional y la idoneidad de los funcionarios (Moreno, Michelli, Picolotti, los Fernández) “menos mal que Argentina no es un hospital y que estos funcionarios (incluido Kirchner) no son doctores, porque si dependiéramos de sus decisiones, cuántos muertos habría en el país gracias a ellos”

Posteriormente, con un gesto casi burlesco en relación al tema que tratarían a continuación, expresó “en el bloque que viene el escándalo en la Secretaría de Medio Ambiente, otro problema más, de los tantos, que tiene el gobierno”.

Lo narrado hasta aquí son algunos fragmentos que quedaron en mi mente luego de ver sorprendentemente a un Periodista de la talla de Castro, a quien respeto y admiro, tan indignado con el Presidente.

Aquí debo decir, me consideré plenamente identificada con el sentir de mi colega, ya que como comunicadores sociales tenemos la responsabilidad de informar y tratar los temas de actualidad (quien mejor que Nelson Castro en “objetividad” y a la vez crítica, ya que con su característico discurso prudente y respetuoso, pero no menos punzante, es uno de los más creíbles dentro del medio); pero también existen cuestiones morales y valores (justamente lo que nos hace humanos) que no podemos obviar por nuestra condición natural.

¿Cómo no sentirse indignado ante un avasallamiento obsceno y grotesco de los derechos constitucionalmente establecidos?, cualquier persona forjada dentro de un marco de decencia no puede tolerarlo.

Recuerdo que en una oportunidad el productor de un programa de TV, llamó a nuestra agencia solicitando el número de algún colega para entrevistarlo, y advirtió que él no nos tenía en consideración por entender que éramos “muy opositores” en Santa Cruz. Al escuchar esas palabras, vino a mi mente el enfado de ser incomprendida nuestra naturaleza por parte de ese sujeto ignoto. Sin embargo luego arribó la tranquilidad de entender que la esencia de nuestra función, no radicaba en ese encasillado simplismo en el que nos había colocado.

Fuertemente ligada en mis convicciones continuo con mi trabajo pero con el sosiego de comprender que cualquiera, honradamente abarcado por los valores que nos hacen persona, puede enfundarse para ser objetivo pero no puede negar su carga emocional ante tamaño avasallamiento atrevido de un caudillo con jinetas de papel.

Ejercemos el periodismo, y así lo definimos, pero ante todo somos humanos que pensamos y sentimos.

Juliana Lasagno
julianalasagno@gmail.com