viernes, noviembre 10, 2006
Don Quijote Y Sancho Transa
El platónico deseo de dignidad que emanan los devaluados profetas paganos que ocupan un sillón en la gobernación en Santa Cruz, sin mayor mérito que el de la obsecuencia devota y empalagante, no les permite ver que el oráculo no los tiene en consideración en el denominado “Plan Gran Raje”. Que vaticina el debacle de una muerte anunciada, de la gestión gubernamental sanchista decapitada desde su nacimiento hasta su próximo deceso.
Pobres los esbirros que con discurso de bagatela pregonan una religión tan lejana a su pasión y tan extraña a su entendimiento.
Corderos descarriados de un rebaño mal concebido. Demasiadas ovejas negras. Y sin embargo teñirse moralmente de demócratas no les ha valido de nada.
Desfilan funcionarios por las direcciones y secretarías, atónitos. ¿Porqué el Gran Mesías ya no purga los pecados de su comparsa?.
Sencillo, no supo como contrarrestar el derrumbamiento de la parafernalia montada durante quince años y el castillo de arena a base de facturación sobre Kaja ajena usufructuado a gusto y placer, la gente lo advirtió y le está devolviendo el gesto.
Sancho se sube al burro pero no creo que llegue muy lejos, está empacado!. No quiere salir del corral. Para variar Don Quijote se quedó con Dulcinea luchando contra los molinos de viento para que no los borren de la tierra, y no le dejaron ser coprotagonista al pobre inútil, en éste nuevo (y uno de los últimos) capítulos de la saga más bizarra.
Y lejos de quedar en el acerbo cultural como hacedores de la historia nadie, en un futuro no muy lejano, los perpetuará ni si quiera como un mal recuerdo.
Juliana Lasagno
julianalasagno@gmail.com
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