lunes, septiembre 08, 2008
La ficción se quedó corta
“Esa maldita costilla” quebrada en Peralta, por momentos le permite un suspiro, por momentos presiona hasta dejarlo, casi, sin aire.
No es anatomía, es un alegoría que representa la herida asestada por un “Arma Mortal”, empuñada por un viejo adversario, Néstor Kirchner, que prefiere codearse con los enemigos y de un golpe certero, a corta distancia, asegurarse que no revivan.
Un viejo “Coleccionista de Huesos”, que no admite las diferencias menos aún lineamientos pseudos peronistas que chocan de frente con su propia concepción natural de ese viejo arte.
Kirchner busca “La criatura perfecta” aquella que se domestica simplemente con la técnica del regateo: comida cuando se obedece una orden, hambre cuando no hace caso. A los fines, sirvieron de ejemplo, Carlos Sancho, Daniel Varizat, Juan Bontempo, Roque Ocampo y todo ser individual que accediera al adoctrinamiento riguroso alienador de “Mentes Brillantes”.
“Soy legenda” le dijo al Gobernador de Santa Cruz, y partió hacia Buenos Aires a colonizar con “300” hombres un horizonte nuevo. Sin embargo las legislativas del 2009 marcaron el “Fin de la Inocencia” de un hombre que no conoce límites y que está perdidamente obnubilado por pasar a la historia.
Como a distancia no podía vigilar con “El Ojo” todo lo que dejó en el sur, encomendó la tarea a los adictos seguidores de custodiar el feudo porque la “Borrachera de Poder” lo tiene a mal traer. De vez en cuando, cincuenta o sesenta veces al día, se escucha “La Llamada” del Señor.
A pesar de todos los esfuerzos su ausencia en la Patagonia derivó, contra todos los pronósticos de mantener calmadas a las fieras, en una “Rebelión en la granja”. Liderando la nueva corriente peronista que se dobla y se quiebra, Peralta aspira a ser el nuevo Mesías. Fue una “premonición” del periodismo la batalla por la tierra media, entre chicos K y chicos P, en tanto aguardan el “Retorno del Rey”. Porque, en definitiva, todos quieren ser parte de la “Historia Sin Fin”.
Cada jugada del ex presidente para cascotearle el rancho al novato mandatario provincial, apunta a mandarlo “De regreso al infierno”. Sin dejar huella, quiere el “Crimen Perfecto”, aunque todavía no entiende que Peralta es un “Duro de Matar”
Juliana Lasagno
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martes, septiembre 02, 2008
Gobernador, por favor no sea cómplice
Recuerdo cuando asumió el actual gobernador en Santa Cruz. Recuerdo que dentro de sus ejes de gestión, el principal esfuerzo estaba centrado en acercarse al ciudadano. De sentir cuándo es meritorio una acción política, que demuestre en definitiva que no sólo son preceptos electorales reciclables, que se esfuman después del mes de diciembre.
En nombre de la responsabilidad social, DANIEL PERALTA, prometió un cambio, un cambio que una ajada sociedad pedía. Entendió que la prepotencia no debía ser siempre la única opción, ser contestatario e indolente. Simplemente sensibilidad.
Sensibilidad para entender que la vocación de un político debe adelantarse a los sucesos. Prevenir. Palabra tan ajena a la clase de intelectuales que manejaba el destino de los santacruceños.
Como buenos lectores de solapa, aprendieron del manual del protervo político. El oportunista, negador, impune, y vago. Un perfil arraigado en la costumbre ciudadana, que creyó debía conformarse con lo que había.
La muerte de un ser humano, la muerte de una nena de cinco años, deja un gran vacío. Pero más vacíos de humanidad los irresponsables que manejan con hilo de cocer la salud de nuestros pibes, abuelos, mujeres y hombres.
Le cabe, aún, alguna duda Gobernador, que tiene incompetentes dentro de su gabinete? ¿Cree usted que es correcto invertir esfuerzo y dinero en tratar de tapar los desaciertos, que en mejorar la calidad de vida de los hombres y mujeres? Hay derechos y hay obligaciones.
Pero volviendo a la esencia de sus discursos, le recuerdo que en medio de todo el dolor la familia curcuy, hasta que dios finalmente y sabiamente dijo basta, esperó un gesto de sensibilidad social. Que viniera de su mano. Que en definitiva es la que representan sus hombres. Como el señor Mascheroni, que invirtió cuarenta minutos en un medio en endeudarse además con otra familia que cayó victima de su ineficiencia, con un subsecretario de salud publica que en compensación de una vida perdida, llama cinco días después a los padres para lamentar lo sucedido y prometer, tal vez algún día, una audiencia.
Pero, por sobre todo, tiene un cirujano, amigo del poder, el doctor Luis Buonomo, que sobrepasó su autoridad moral e institucional. Déjeme creer gobernador, que Usted es la autoridad máxima de la provincia y que no comparte las aberraciones cometidas dentro del área de salud, déjeme creer GOBERNADOR que usted tiene sensibilidad social, y que va a actuar.
En nombre de la responsabilidad social, DANIEL PERALTA, prometió un cambio, un cambio que una ajada sociedad pedía. Entendió que la prepotencia no debía ser siempre la única opción, ser contestatario e indolente. Simplemente sensibilidad.
Sensibilidad para entender que la vocación de un político debe adelantarse a los sucesos. Prevenir. Palabra tan ajena a la clase de intelectuales que manejaba el destino de los santacruceños.
Como buenos lectores de solapa, aprendieron del manual del protervo político. El oportunista, negador, impune, y vago. Un perfil arraigado en la costumbre ciudadana, que creyó debía conformarse con lo que había.
La muerte de un ser humano, la muerte de una nena de cinco años, deja un gran vacío. Pero más vacíos de humanidad los irresponsables que manejan con hilo de cocer la salud de nuestros pibes, abuelos, mujeres y hombres.
Le cabe, aún, alguna duda Gobernador, que tiene incompetentes dentro de su gabinete? ¿Cree usted que es correcto invertir esfuerzo y dinero en tratar de tapar los desaciertos, que en mejorar la calidad de vida de los hombres y mujeres? Hay derechos y hay obligaciones.
Pero volviendo a la esencia de sus discursos, le recuerdo que en medio de todo el dolor la familia curcuy, hasta que dios finalmente y sabiamente dijo basta, esperó un gesto de sensibilidad social. Que viniera de su mano. Que en definitiva es la que representan sus hombres. Como el señor Mascheroni, que invirtió cuarenta minutos en un medio en endeudarse además con otra familia que cayó victima de su ineficiencia, con un subsecretario de salud publica que en compensación de una vida perdida, llama cinco días después a los padres para lamentar lo sucedido y prometer, tal vez algún día, una audiencia.
Pero, por sobre todo, tiene un cirujano, amigo del poder, el doctor Luis Buonomo, que sobrepasó su autoridad moral e institucional. Déjeme creer gobernador, que Usted es la autoridad máxima de la provincia y que no comparte las aberraciones cometidas dentro del área de salud, déjeme creer GOBERNADOR que usted tiene sensibilidad social, y que va a actuar.
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