Una semana sin combustible, problemas con el tránsito, cortes de ruta y malhumor. ¿Por qué paga la sociedad en carne propia los desaguisados del oficialismo?
La clave de estos cuestionamientos habituales radica, en la responsabilidad.
El Gobierno, siempre, siempre dejó llevar las situaciones potencialmente conflictivas al límite. Pasó con los petroleros, con los docentes, y hoy con los jubilados.
Si desde la matriz ideológica no se tiene el compromiso como uno de los principales pilares del progreso, estamos destinados a girar en la danza de la fortuna.
Alguien responsable es aquel que compra lana y palillos y termina siempre su tejido, es alguien que no espera solo los inviernos para continuar lo que empezó un año atrás.